Mª Ester Calatayud, Emma Sanchís, Alexandra Aneiros y Paula Escoms

lunes, 15 de febrero de 2016

Pedagogia del oprimido. Paulo Freire



Día 5 de Febrero de 2016

La concepción “bancaria” de la educación como instrumento de opresión. Sus supuestos. Su crítica.
La concepción problematizadora de la educación y la liberación. Sus supuestos.
La concepción “bancaria” y la contradicción educador-educando.
La concepción problematizadora y la superación de la contradicción

educador-educando: nadie educa a nadie —nadie se educa a sí mismo—, los hombres se educan entre sí con la mediación del mundo.

La educación bancaria es la concepción de la educación como un proceso en el que el educador deposita contenidos en la mente del educando. El término aparece por primera vez en la obra Pedagogía del oprimido del pedagogo brasileño Paulo Freire, quien analiza de forma crítica esta visión de la educación, la cual denuncia como un instrumento fundamental de opresión, en oposición a una educación popular.
En lugar de observar la educación como un proceso de comunicación y diálogo consciente y con discernimiento, la educación bancaria contempla al educando como un sujeto pasivo e ignorante, que ha de aprender por medio de la memorización y repetición de los contenidos que se le inculcan.
Y digo yo, después de haber visto estos conceptos en clase, haber reivindicado nuestro derecho como educando a ser escuchado y tenido en cuenta por el educador, después de que un día te dicen tu palabra cuenta; ¿cómo es que seguimos encontrando a estos educadores bancarios?
La respuesta es simple, y la responde una frase citada por una de nuestras compañeras en clase "la educación marca la diferencia", que alude al hecho de que dicho sujeto no puede concebir otra forma de educar, esta férrea torre de marfil en la se ha encerrado y le impide ver más allá.
Pero, por otra parte aunque se nos dé la respuesta no nos proporciona la tranquilidad que buscamos, ya que este educador piensa que su palabra es "dios" y ninguna otra es válida, desvalorizando así no solo la palabra del educando, sino la de otros autores que tienen algo que decir.
Como conclusión hay que añadir que aún hay esperanza, y al igual que la educación cambia y evoluciona, los sistemas lo hacen, y por suerte hoy en día el educando no es el único al cual se le evalúa. Exacto señoras y señores, educadores/as preparaos bien los machetes porque el educando puede evaluar también, y como bien un día nos dijeron, nuestra opinión cuenta.

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